Miscelánea A lo largo de los dos números monográficos que Rincones del Atlántico dedica a la arquitectura rural canaria, los diversos autores repasan las características de las construcciones y técnicas constructivas tradicionales de nuestras islas. en conjunto, este volumen y el siguiente tratan de facilitar visiones muy diversas que, sumadas y complementadas entre sí, representen una amplia panorámica de esta materia, estudiándola desde puntos de vista tan dispares como son la historia, la antropología social, el arte, la rehabilitación, el aprovechamiento de los recursos naturales..., aportando cada autor sus propios conocimientos y, en no pocas ocasiones, una visión subjetiva pero sugerente que enriquece la exposición.
Como complemento de estos artículos, Rincones ha querido además recoger algunos textos breves que ayuden, por un lado, a definir con propiedad qué entendemos por arquitectura tradicional, y por otro, a entender cómo ha ido evolucionando a lo largo de la historia la visión que de ella han tenido los habitantes y visitantes del archipiélago. algunos de éstos son artículos o fragmentos de obras publicadas en un pasado más o menos cercano, y han sido seleccionados por su especial valor informativo o literario. También hay entre ellos varias contribuciones escritas para la ocasión por diferentes especialistas.
La primera aportación recogida procede del que probablemente sea el mayor especialista en arquitectura popular en españa, Carlos Flores, quien trata de definir, mediante una lista abierta de características, qué es la arquitectura popular y cuáles son sus rasgos comunes, a partir de los cuales las variaciones pueden ser deliciosamente infinitas. a continuación, el texto del arquitecto Sebastián matías delgado Campos profundiza en las definiciones anteriores y busca los términos más adecuados para referirnos al caso canario (¿arquitectura regional, popular, tradicional...?). Con la excusa de analizar los términos para elegir el más certero, se hace un fino repaso por las características comunes y diferenciadoras de estas construcciones.
A estas disquisiciones siguen algunos textos históricos descriptivos de las viviendas rurales canarias, y podemos observar algunas características invariables y otras evolucionadas si comparamos las tres descripciones redactadas aproximadamente con un siglo de diferencia entre sí: la de George Glas (1764), la de Víctor Grau-Bassas (1888) y la de alberto Galván (1980).
Seguidamente se reproducen algunos textos especialmente significativos por el intento que suponen de toma de conciencia sobre la importancia del patrimonio rural construido. las formas y funciones originales de este valioso patrimonio están sufriendo, desde hace ya tiempo, graves alteraciones en errónea respuesta a una modernización que, demasiado a menudo, va acompañada de verdaderas agresiones al paisaje, olvidándose del carácter práctico de las construcciones tradicionales. Se encuadran aquí la denuncias pioneras de domingo doreste (Fray lesco), y también otra más tardía, pero aún oportuna, de José Rogelio Buendía. Y por último, como muestra de que la vivienda tradicional puede ser motivo de inspiración artística y no sólo escenario pasivo de la vida suave o dura del campo, se incluyen en esta miscelánea algunos textos literarios que muestran los rincones más emotivos de la casa, siempre recurriendo a las vivencias de la infancia añorada y a los lugares donde ésta se desarrolló. el primero de estos textos, único en prosa, se debe a la mano de alberto omar Walls, quien reivindica la casa de su niñez como origen de su vocación lírica. Sigue una sobrecogedora composición poética de Pedro García Cabrera tomada de su poemario entre cuatro paredes, verdadera construcción lírica de arquitectura tradicional canaria. a continuación, eduardo Trinchant llora el derribo de su antigua morada de la laguna, en la que es imposible, sin embargo, derribar los recuerdos.
La última composición es un breve poema de la herreña maría Padrón, que se lamenta rememorando el antiguo camino de Tesbabo, su antiguo camino. las viejas vías de callaos y polvo, que invitaban a descansar plácidamente en cada sombra, han perdido su identidad bajo la gruesa capa de asfalto que sobre ellas ha vertido el progreso. ¡ah!, el progreso.
¿Qué más cosas nos traerá el progreso? ¿Y qué otras cosas se llevará?