Editorial Queridos amigos y amigas, he aquí otro nuevo número de Rincones del Atlántico, el tercero. Ha pasado justo un año desde que salió el anterior, lleno de avatares, esfuerzo, dificultades y también muchas satisfacciones, de ir armando día a día, pieza a pieza, el puzzle que es Rincones. Llega por fin el día de ver el trabajo realizado, lo cual nos llena de alegría y satisfacción. Todo gracias a ustedes, sin la fidelidad y las muestras de interés y cariño que nos están dando no habría sido posible continuar con esta aventura.
Pero nuestro mayor reto es mejorar la calidad en cada edición de los textos, las imágenes, el diseño,… lo que repercutirá favorablemente en todo lo demás.
Esperamos haber sabido hacer nuestro trabajo y que éste les agrade. Son ustedes nuestros jueces y queremos, además, que ejerzan como tales; no hemos preparado ningún cuestionario al respecto, pero si nos gustaría que nos escribieran contándonos todas las ideas que se les ocurran, y así conseguir que sea un poco más de todos y para todos: qué no les gusta, qué cambiarían, cuáles son los temas y secciones que les interesan más, cuáles las carencias que detectan y cómo las mejorarían, y así todo lo que nos quieran sugerir. Háganlo por favor, tenemos sed de ideas, de que siga vivo el espíritu que un día nos animó a emprender esta aventura y que queremos que siempre nos acompañe. Rincones existe por y para ti, a la colaboración y participación desinteresada de tantas personas enamoradas de esta tierra a las que el pesimismo y la indiferencia aun no han logrado apagar. Así que nos gustaría que ayudes a difundirlo y participes con tus ideas para irlo mejorando, para que pueda ser llevado de manera constructiva, ética y con rigor, aportando ideas y alternativas que puedan contribuir para mejorar nuestra calidad de vida y nuestro conocimiento y estima del lugar en el que vivimos. Desde una visión amplia y desde todos los ámbitos que tienen que ver con el paisaje, con el patrimonio natural y cultural de nuestro Archipiélago y de la región Macaronésica. Que sea un instrumento más de los que creen en la dignidad, de los que aman de verdad y con mayúsculas a esta tierra y a su gente y no quieren que se arrase con ella, con nuestra memoria y con nuestro paisaje y confían en que todavía queda un poco de esperanza para intentar salvarla, de los que piensan que con sentido común, honestidad y solidaridad, podemos contribuir a mejorar un poco nuestro entorno, a ser y vivir más libres y con más calidad… La utopía no ha muerto, no puede hacerlo, ya que es la energía que ayuda a hacer realidad nuestros sueños.
El planeta está herido y nuestras pequeñas Islas en medio del Océano están pasando por momentos difíciles, hace pocas semanas la tormenta tropical Delta nos dio un buen susto y nos enseñó algunas cosas muy importantes. Es el primer gran aviso, pero por desgracia y probablemente no será el último, debemos comprender que nosotros aquí también tenemos la culpa de que esto esté ocurriendo. El calentamiento global es ya un hecho incuestionable, en Canarias no se cumple y por bastante diferencia con el Protocolo de Kyoto. Cada uno de nosotros es responsable y puede aportar su pequeño grano de arena cuidando su entorno, ahorrando y consumiendo de una manera ética y responsable. Que desde la administración (que es de todos los ciudadanos) se facilite y apoye la introducción masiva de las energías renovables.
Que se haga un estudio profundo, con rigor e independiente de la situación actual de la energía y de los tendidos eléctricos y se apueste definitivamente por el soterramiento de las líneas. ¿Se ha sopesado bien cuáles son sus ventajas y cuáles sus inconvenientes? ¿No es más importante la seguridad de los ciudadanos, evitando el peligro que supone para la población la caída de estas torres y la enorme crisis que genera al corte de electricidad de varios días que ya hemos experimentado? ¿No es suficiente argumento el gran impacto medioambiental y paisajístico que tienen en unas Islas que viven del turismo y, por lo tanto, dependen de manera muy importante de la conservación y cuidado de su paisaje? (No nos olvidemos de Vilaflor y todo el malestar que produjo en la población el proyecto de instalación de esas torres). ¿Y la contaminación electromagnética que generan? Las Islas no son tan grandes, aunque sí su población. ¿Cuál es el límite de su capacidad de carga? ¿Somos nosotros los que debemos pagar los errores y deficiencias de la política empresarial de máximo beneficio-mínima inversión de una empresa que obtiene beneficios millonarios y que hasta el otro día era pública y por lo tanto de servicio a los ciudadanos?
Ahora se están haciendo nuevos carriles en la autopista del Sur de Tenerife, ¿es tan difícil coordinarse con quien la construye para aprovechar el trabajo y hacer zanjas en la parte correspondiente a los arcenes con sus correspondientes registros, para el soterramiento de las líneas?
Los ciudadanos sufrimos y somos los rehenes de las políticas desarrollistas y faltas de imaginación que por desgracia se han llevado a cabo y que parece se quieren continuar desarrollando. Anquilosadas, sin perspectiva y que siguen en el camino del beneficio a corto plazo y de aumentar la dependencia exterior de las Islas, “la huida hacia delante”, alejadas del bien común y que sólo benefician a unos pocos, incidiendo aun más y agravando tantos errores cometidos anteriormente. ¿Qué tipo de desarrollo queremos? ¿El que va a destruir a corto plazo lo poco que nos va quedando? ¿El progreso de quién? ¿El que nos va a llevar definitivamente a la pérdida de nuestro paisaje e identidad? ¿Al vacío, a la nada, al “no lugar”?
Junto al crecimiento económico han aumentado las desigualdades sociales, la riqueza no se ha repartido bien y la pobreza sigue creciendo en nuestras Islas.
La Reserva para Inversiones en Canarias (RIC) sólo ha servido para aumentar la inflación y el precio de la vivienda, incrementar el deterioro de la calidad turística y la explotación intensiva del territorio, invirtiéndose grandes sumas en infraestructuras no prioritarias y favoreciendo, el que los impuestos, que deberían haberse empleado en mejoras sociales y un verdadero desarrollo sostenible: la sanidad, la educación, el sector primario -que necesita de un apoyo incondicional y absolutamente prioritario-, conservar y rehabilitar el paisaje y el patrimonio, desarrollar las energías renovables, el reciclado, renovar la planta alojativa obsoleta…, fuesen de nuevo a engrosar el patrimonio de quienes más tienen. Desarrollo sostenible es también saber parar y sobre todo saber gestionar el territorio de otra manera, con generosidad, sabiduría y valor para cambiar las cosas que deben ser cambiadas, empezando con el modo de producir y consumir. Distribuyendo más equitativamente e invirtiendo en donde lo reclaman las necesidades prioritarias de nuestra sociedad.
Como ciudadanos y personas sensibles que amamos a esta tierra, y por la repercusión que un desarrollo equilibrado y una correcta gestión del territorio tendrá en la conservación y mejora de un bien tan preciado como es nuestro paisaje, desde esta tribuna instamos a que se den los pasos necesarios y se preste una mayor atención y sensibilidad hacia las necesidades sociales prioritarias de nuestro pueblo y hacia nuestra agricultura, paisaje y patrimonio, tan importantes para hacer sostenible el modelo económico del que dependemos y además, por la cuenta que nos trae, poder cuidarlo y mantenerlo en buena salud.
Artículo-encuesta sobre la protección del patrimonio rural
Para el próximo número de Rincones queremos realizar un artículo-propuesta sobre la importancia de dar a conocer y preservar el patrimonio arquitectónico en el medio rural de las Islas, abriendo un debate que pueda permitir un diagnóstico de la lamentable situación de abandono y buscar unos criterios comunes y correctos a la hora de intervenir en estas construcciones, además del apoyo a la conservación y rehabilitación de las mismas. Se aportarán ideas y soluciones reales y prácticas para desarrollar en este debate. Para ello hemos preparado una encuesta para que cualquier persona interesada en estos temas pueda sumar sus opiniones e ideas. Te invitamos a participar.
Este artículo-encuesta se encuentra en la web de Rincones:
www.rinconesdelatlantico.com, en la página principal y también en la sección “Noticias” donde puedes copiarla para enviárnosla. También nos puedes llamar o enviar un correo si prefieres solicitarlo y recibirlo en formato Word para luego remitirlo a:
info@rinconesdelatlantico.com.
Todos somos responsables y entre todos debemos rescatar nuestra arquitectura tradicional de la desaparición. La revalorización del paisaje tradicional pasa además por apostar por la recuperación y la adaptación de las actividades que lo han generado, incorporando valor añadido a las mismas, por lo que creemos que el fomento y apoyo de la agricultura, va unido indisolublemente a la protección de este patrimonio.