Rincones del Atlántico



El agua de Taguluche

Ángeles Rodríguez Mora
Representante de la Plataforma para la Defensa del Agua de Taguluche
Fotos: Rincones - Ángeles Rodríguez Mora


Taguluche es un barrio del municipio de Valle Gran Rey, en la isla de la Gomera. Se encuentra situado al oeste de la Isla, entre Alojera y las formaciones rocosas que dan lugar al Parque Natural de Valle Gran Rey. Como cabecera, desde una cota de unos 900 metros hasta el nivel del mar, se van dibujando los estratos basálticos horizontales que forman los acantilados del Monumento Natural Lomo del Carretón, formando el límite oeste del Parque Nacional de Garajonay, y terminando en diversos pies de monte (laderas) que determinan la costa del barrio con un horizonte abierto a la puesta del sol. Múltiples palmerales, está calculada la cantidad de palmera canaria en más de 5.000 unidades (Quintero Lima, 1985), le valen la consideración de Lugar de Interés Comunitario (LIC) de la Red Natura 2000 prioridad 1 de la Unión Europea.

Senderos y calzadas de piedra componen un entresijo de caminos por los que se disfruta de un paisaje único y peculiar transformado por la mano del hombre al implantar la agricultura en terrazas o bancales, llamados llanos por los lugareños y aprovechando el agua que surge espontáneamente de los manantiales, situados a cotas entre los 600 y 750 metros en el Lomo de Carretón.

En el valle encontramos nombres tan emblemáticos para determinados lugares como: barranco de Garanduy, barranco de Guariñén, barranco de los Granados, Piedra de los Majaderos, Piedra de Baltasar, Roques de Mona, Riscos de Heredia, Riscos de Tejeleche, La Ereika, El Ancón de los Perros, La Degollada, Llano de Guillén, etc., muestra de la mezcla del castellano con los restos de voces de los primitivos habitantes de la Isla.

Cercanos al mar encontramos los talleres de empaquetado de tomate, vestigio que nos habla de cuando todo el pueblo estaba casi dedicado por completo a este cultivo, alternándolo con frutales, hortalizas y otros cultivos de subsistencia; las casas antiguas, algunas de las cuales se han reformado, tienen la típica forma de la construcción tradicional, alargadas y en forma de L, formando un patio, y a veces también con un espacio en el frente donde generalmente había un parral; componiendo junto a las palmeras, cultivos, riscos, caminos y barrancos, un idílico paisaje del que sólo se puede disfrutar si nos adentramos en el valle.

Los manantiales de Taguluche surgen entre el choque del Piso Basal I y Basal II, entre las ya mencionadas cotas de los 600 y 750 metros, y tienen nombre propio (como casi todos los lugares en el barrio). Situándonos en dirección Norte – Sur, empezamos por El Manantial de Mona (0’75 l/s de caudal (Q), El Frontón (0’0 l/s Q), El Nido del Cuervo (0’0 l/s Q), El Choquete (1’75 l/s Q), La Rosa (0’0 l/S Q), Agua Obispo cedido para el abastecimiento de los vecinos, El Saucito (0’0 l/s Q) y Las Tederas (1’10 l/s Q). Estos manantiales sustentan importantes reductos de laurisilva.


Entre los cortados escarpes nos encontramos una flora riquísima con una gran concentración de endemismos (Pimpinella junoniae, Sideritis nutans, etc.), donde no faltan las especies amenazadas y protegidas como la tabaiba (Euphorbia lambii) y el cardoncillo (Ceropegia ceratophora); especies rupícolas entre otras. La vegetación más abundante alrededor de los manantiales y en algunas zonas de los riscos donde rezuma el agua se componen de especies mayores como el barbusano negro (Apollonias barbujana ceballosi), el marmulano (Sideroxylon marmulano) y el madroño (Arbutus canariensis), junto a pequeños pinares de pino carrasco (Pinus halepensis) y pino insigne (Pinus radiata), este último lo encontramos principalmente en los andenes del risco, resultado de antiguas repoblaciones que pretendían sustituir los restos de fayal-brezal y laurisilva en estas laderas altamente erosionadas; de la fauna destacamos la presencia de las palomas de la laurisilva rabiche (Columba junoniae) y turqué (Columba bollii) y una rica variedad de invertebrados, formando todo ello un conjunto que fue digno de alcanzar la categoría de Monumento Natural para el Lomo del Carretón, así como lugar de importancia comunitaria, por lo que forma parte de la red ecológica europea Natura 2000 con el código ES7020037, y dada su singularidad ha sido considerada Área de Sensibilidad Ecológica para la aplicación de la Ley 11/1990 de Prevención de Impacto Ecológico de Canarias. (Datos extraidos de La Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos. J.L. Martín Esquivel y otros. Gobierno de Canarias, 1995).

Desde los tiempos de la conquista de la Isla, al hacerse el reparto de tierras, se adjudicó el agua de los manantiales para su aprovechamiento de forma proporcional al terreno a regar por el sistema de dulas o adulamientos, acequias, heredamientos, chapas… quedando este sistema implantado hasta la actualidad así como en otros lugares de la Gomera: Alojera, Barranco del Carmen, Altos de Agulo, La Laja, Benchijigua, Guarimiar, Argaga y Guadá; y también en otras Islas; por ejemplo La Palma con los Heredamientos de las Haciendas de Argual y Tazacorte para el aprovechamiento del agua de la Caldera de Taburiente; el Sur de Tenerife y hasta no hace mucho en Gran Canaria donde un abusivo uso del agua terminó por secar primero los manantiales y luego los acuíferos de los que se nutrían, estando en la actualidad en la Lista de Zonas Sobreexplotadas de España.

El sistema de dulas se basa en el reparto proporcional del agua en horas, minutos y escurros, dependiendo del tamaño del terreno que se vaya a regar, siguiendo una rotación de 10, 15 y 20 días, durando una dula 24 horas. Estas tienen nombres propios para facilitar su uso: dula Capitán del Lomo de la Rosa, dula Capitán de los Capitanes, dula Capitán del Lomito Duro, que pasa por los mismos terrenos cada 20 días, dula de Serafín cada 15 días, dula de Doña Isabel cada 10 días, dula de Guillén, dula de La Fuente cada 15 días, etcétera, correspondiendo las cuatro primeras al Manantial de las Tederas más el Saucito (20 y 15 días), la dula de La Fuente corresponde al Manantial de El Choquete más La Rosa y Manantial Nido del Cuervo (15 días), y la dula de Doña Isabel al Manantial de Mona y al de El Frontón (10 días).

El aprovechamiento del agua de los manantiales para la agricultura ha permitido que todavía ésta se mantenga en el pueblo a pequeña escala y al no haberse hecho obras de captación de agua en la boca de salida, se conserva el acuífero y los nacimientos con las variaciones estacionales.

En Taguluche, los manantiales se nutren de un pequeño acuífero colgado (de aproximadamente 100.000 m3 de capacidad), según informe del departamento de Hidrogeología de la Universidad Complutense de Madrid, de fecha 5 de diciembre de 2000, independiente a los muchos acuíferos colgados que componen el subsuelo del Parque Nacional de Garajonay, dependiendo su recarga de la pluviometría, con gran variación estacional, repercutiendo, por tanto, en la cantidad de agua surgida de estos manantiales, que igualmente son de caudal variable.

En Febrero de 1998, los vecinos de Taguluche nos enteramos por el periódico El Día del Proyecto de Planta de Envasado de Agua preparada a ubicar en el barrio. Como promotores del Proyecto: El Ayuntamiento de Valle Gran Rey (VGR), y la Dirección General de Aguas del Gobierno de Canarias y que sería realizado por la empresa ICA Ingenieros S. L., tomando como materia prima el Agua de los Manantiales de Mona, El Choquete y Las Tederas por ser los de mayor caudal. El agua se llevaría a una nave industrial por medio de tuberías que discurrirían por todo el Espacio Natural Protegido (ENP) y se harían obras de captación en la boca de salida de los Manantiales. Aportaban un Estudio Básico de Impacto Ambiental, un estudio Económico y una memoria donde se mencionaba que los puestos de trabajo que generaría la industria serían siete.

Ante este proyecto nos reunimos los vecinos afectados por el mismo, que no sólo son los de Taguluche sino también los del cercano barrio de Arure, con propiedades en la zona. Acordamos oponernos al proyecto de la embotelladora por atentar contra nuestro derecho de propiedad, dejarnos sin agua para la agricultura y además por el daño irreversible que sufriría el Lomo del Carretón y que afectaría a toda su rica flora y a los palmerales del valle. Nombramos un representante ante las Administraciones Públicas, Municipales, Insulares y Autonómicas, así como para la Comunidad Europea y medios de comunicación.

Los manantiales afloran en terrenos privados, teniendo derecho al agua gratuitamente todos los terrenos de regadío, y de la que participan en la actualidad casi todas las familias del barrio; diferenciándose el sistema de dulas claramente, de las aguas que discurren por el cauce del Dominio Público Hidráulico, para cuyo aprovechamiento, es necesario obtener un contrato (concesión) con las Administraciones Públicas. Los derechos de Aguas Privadas están recogidos en la Ley 12/1990 de Aguas de Canarias, la Ley 27 de diciembre de 1956 (Jefatura del Estado, BOE 30 rect. 18 enero 1957) de heredamientos en Canarias; amparándose posteriormente en ésta última, las regiones de Murcia y Valencia, que poseen también sistemas de reparto especiales de agua (Tribunal de Aguas de Valencia).

Como primer paso presentamos las alegaciones ante la Dirección General de Industria del Gobierno de Canarias dentro del plazo legal establecido. Al no tener respuesta interpusimos un contencioso administrativo en el Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) contra la Resolución de la Dirección General de Industria de conceder el Interés Social al proyecto y que dejaba sin mención la Utilidad Pública, que también solicitaban los promotores. Esto la prensa lo calificó de “solución salomónica”, pero a los afectados sólo nos pareció “escurrir el bulto”, ya que dicha declaración de Interés Social era un paso preceptivo para obtener la licencia de construcción en suelo rústico ante la Dirección General de Urbanismo, que concedió la mencionada licencia, pasando por alto que la Legislación del Suelo prohibía expresamente construir industrias en suelo rústico. Respondimos interponiendo otro contencioso administrativo en el TSJC bajo la firme e instruida dirección del letrado del caso, D. José J. García-Ramos Estarriol.Empezamos a publicar en la prensa durante un año, acudiendo después a la Radio y la Televisión. En un principio Antena 3 TV nos difundió un vídeo del pueblo en su programa “Videos al Director”, después pasó a emitir con regularidad en sus telediarios los acontecimientos que se iban produciendo en el caso. También acudió el programa El Escarabajo Verde de TVE 2 de Barcelona en el que tuvimos el honor inconmensurable de contar con la participación de Don Telesforo Bravo quién manifestó entre otras cosas lo siguiente: “Obtener el agua para una embotelladora lo pueden hacer en cualquier otro sitio donde hay más agua incluso que en Taguluche y que a lo mejor sobra porque no es una necesidad” y “…Estéticamente es una barbaridad hacer allí una zona industrial, es un paisaje humilde, uno de los más humildes de La Gomera. Visto desde arriba, como yo lo he visto tantas veces, es más rentable ver un paisaje de este tipo que no carreteras, zonas industriales, entrada de camiones, túneles y todas esas cosas que lo harán desaparecer y ya no será ese paisaje humilde y fantástico que tiene aquel sector y que han conservado sus pocos habitantes con sus zonas de palmeral.”


Mientras tanto, las Administraciones Públicas de Canarias a las que nos dirigimos, nos iban negando información y dejaron de responder a nuestros escritos sistemáticamente.

Al ser unos LIC de la Red Natura 2000 de la Unión Europea (R-N 2000 UE) denunciamos en la Comisión Europea, Parlamento Europeo, el atentado que se pretendía cometer contra la protección y conservación de estos lugares, a la que están obligados los estados miembros. Acudimos también al Defensor del Pueblo Europeo para poner en su conocimiento los acosos, presiones y daños que veníamos sufriendo durante dos años por parte de los promotores del proyecto y sus partidarios.

Esta lucha que comenzamos en 1998 se prolongó durante siete años en los cuales vivíamos en una situación de constante alerta dando respuesta a las acciones que se producían impulsadas por el Ayuntamiento de VGR; ciertamente, nos parecía una guerra en la que nos considerábamos el bando de los débiles frente a las poderosas y arrogantes Administraciones Públicas. El bando de los “débiles” estaba unido y con la firme determinación de no ceder y “defender nuestros derechos contra viento y marea” ya que afortunadamente la legislación nos daba suficientes argumentos donde apoyarnos. Tuvimos que hacer frente a muchos gastos económicos, que fueron repartidos entre los 116 afectados que formamos la Plataforma para la Defensa del Agua de Taguluche (Plataforma DAT), en clara desventaja con las Administraciones Públicas (AAPP) que utilizaban en su beneficio servicios jurídicos sufragados con el dinero de las arcas públicas.

Afortunadamente, contábamos con innumerables apoyos técnicos de forma gratuita y desinteresada: Informe del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) de fecha 22 de febrero de 2000, del que podemos destacar… “que es uno de los monumentos naturales más peculiares de las Islas Canarias, por tratarse de un palmeral de Phoenix canariensis, una especie autóctona, constituyendo un ecosistema singular y único, original de la isla de La Gomera, que se ha integrado entre el bosque de laurisilva y la zona xerofítica, con un gran número de especies asociadas que son exclusivas de las Islas Canarias, como tabaibas, balos, berodes, vinagreras, etc. que han sido infravaloradas en el citado informe de impacto medioambiental, considerándolas plantas oportunistas”...; Informe del Departamento de Análisis Económico de la Universidad de Zaragoza de fecha 5 de mayo de 2000 que concluye: “...como se ha explicado, las implicaciones sociales, económicas y ambientales del Proyecto de la planta embotelladora aconseja la realización de un riguroso estudio socioeconómico desde una perspectiva global...”; Informe sobre impacto ambiental de la instalación de la embotelladora de agua en el Caserío de Taguluche de Diciembre de 1998 realizado por un ingeniero agrónomo: “... Sin embargo, lo verdaderamente importante, lo realmente vulnerable y delicado es el equilibrio que tradicionalmente ha existido en el valle entre el hombre y la naturaleza, fruto de una relación armoniosa que dura ya siglos...”, “…aquellos planes o proyectos sin relación directa con la gestión del lugar serán sometidos a una adecuada evaluación de sus repercusiones.”; Informe acerca de la viabilidad del Proyecto básico de planta de envasado de agua preparada en la cuenca hidrográfica de Taguluche Isla de La Gomera realizado por el Departamento de Geodinámica de la Universidad Complutense de Madrid el 9 de julio de 1999 “…Debido a la abrupta morfología insular y a la práctica ausencia de trasvases intercuencas se da frecuentemente el hecho que dentro de un mismo municipio una cuenca sea deficitaria, mientras que la del al lado es excedentaria en agua”. Según este informe este es el caso del municipio de VGR donde la cuenca del barranco es considerada como la de mayor excedentes hídricos que podemos encontrar en toda la Isla. Siguiendo con el informe “…en estas circunstancias, la instalación de la planta embotelladora incrementaría el déficit de la cuenca de Taguluche en 9.949,2 m3, es decir, supone un aumento de más del doble, respecto del déficit actual que presenta la cuenca.”

También contamos con los inestimables consejos del profesor de Economía Aplicada de la Universidad de La Laguna Don Federico Aguilera Klink, y con el aliento y los ánimos de quienes nos ayudaban en la prensa, Don Francisco Ayala, Don Emilio Racionero Menasalva, Don Enrique Brown y Don Antonio Machado Carrillo. El “no se rindan” de muchos paisanos y otras personas que no lo eran, a los que queremos expresar desde aquí nuestro más humilde y sincero agradecimiento.

Contamos con el apoyo de ATAN y con un manifiesto firmado por sus colaboradores, encabezado por DonWolfredo Wildpret de la Torre, técnicos, geógrafos, biólogos, geólogos, economistas, botánicos, etc. que junto con un manifiesto que elaboró la Plataforma DAT, solicitando como progreso para el pueblo el senderismo, el turismo rural, la potenciación de la desmejorada agricultura y las industrias artesanales de la miel de palma. Lo repartimos por el pueblo de VGR y ante todas las administraciones públicas. También detallábamos en el manifiesto los datos más relevantes de la embotelladora con el claro e irreversible perjuicio para el Espacio Natural Protegido y para la población, así como el daño que se causaría a la parte Suroeste-Noroeste del Parque Nacional de Garajonay. Contando con lo que habíamos leído en el Avance del Plan Hidrológico de la Gomera del año 1993 sobre proteger de captaciones la zona periférica del Parque, que posteriormente, se plasmó en las ordenanzas del Plan Hidrológico que prohibían las captaciones de agua en vertical por encima de los 400 metros y en horizontal por encima de los 200.

Alertados por el mismo Avance del Plan Hidrológico de la Gomera -año 1993- en el que la cuenca de Taguluche está catalogada como deficitaria en 9.000 metros cúbicos para regadío, nos dimos cuenta de que si progresaba el proyecto de la embotelladora nos íbamos a quedar sin agua para la agricultura, base de la vida en el barrio, con lo que nuestra determinación de seguir trabajando por la defensa del Agua y la agricultura se vio aumentada. En diciembre del año 2000 el TSJC dictó una resolución como medida cautelar suspendiendo la construcción de edificio industrial.

Con esta resolución, se paró el enorme impacto visual que causa el edificio de la embotelladora de dos plantas con sótano, depósitos de 20.000 m3 para el almacenamiento del agua, siendo su estructura de cemento armado y su techo de planchas. Este edificio sigue en pie en la actualidad hasta que sean cumplidas las sentencias.

Al día de la fecha, contamos con sentencias favorables del TSJC, que entre otras consideraciones recogen: “…nunca se puede anteponer el interés social de una industria al Interés General del que goza el ENP Lomo del Carretón...” Tampoco se antepone la creación de siete puestos de trabajo, concluyendo que no se podía instalar la embotelladora en Taguluche por el irreversible daño medioambiental que se causaba al valle y las desventajas que sufrirían sus habitantes. Estas sentencias fueron recurridas por el Ayuntamiento de VGR ante el Tribunal Supremo en Madrid disponiendo un año más tarde (diciembre 2004) de resolución favorable a nuestra reclamación en clara conjunción con la aplicación de la justa justicia que había llevado acabo el Tribunal Superior de Justicia de Canarias.

En la actualidad existe un edificio en la cota 800 metros, en el lugar llamado Mirador del Santo, junto a la antigua ermita de paredes de piedra y barro dedicada a San Salvador, donde se hace una romería desde el pueblo de Arure hasta el lugar el 16 de agosto todos los años. Este proyecto fue presentado por el Ayuntamiento de VGR con una longitud de 400 metros que la Viceconsejería de Medio Ambiente redujo a 100 metros, según la información verbal que nos facilitaron. En el año 1999 se empezó su construcción, estando ahora en fase de terminación. El resultado es de un impacto visual incorregible en pleno ENP. En la cota de 900 metros también se construyo en el 2000-2003 una granja porcina, a la que tenemos que sumar, la contaminación de las purinas y demás desechos y residuos tales como desinfectantes, al ya apreciable impacto visual.

Estas dos industrias (turismo y alimentación) deben llevar por ley una depuradora para que las aguas residuales no contaminen el acuífero del que se nutren los manantiales de Taguluche, por no decir que no deberían haberse construido nunca. Con esto queda patente los atentados que comete el Ayuntamiento de VGR contra la protección y conservación a la que viene obligado para los ENP Y LICS de la Red Natura 2000 de la UE.


Taguluche es un lugar privilegiado por la naturaleza, ¿quiénes somos nosotros para destruirlo?, ¿con que derecho nos atrevemos a disponer de un bien que pertenece al pueblo?

Un bien que utilizado de la manera responsable y sostenible como siempre se ha hecho, nos proporciona a todos un beneficio mucho mayor, como es el poder mantener y así disfrutar de un paisaje de una belleza espectacular, donde la colosal muralla de los acantilados parece que quiere ocultar y proteger a este pequeño valle poblado de palmeras de las miradas egoístas y especuladoras, incapaces de ver que la auténtica riqueza, que el mayor tesoro ya estaba ahí desde hace mucho tiempo, antes que el hombre pisara la isla. Con ese sol de poniente iluminando desde el primer día en cada atardecer, con sus luces de oro, el Lomo, las laderas, los llanos, los palmerales, la laurisilva, los cultivos, toda esta sinfonía de verdes que refresca el Valle y sus acantilados, y que sin la generosa y libre agua de los manantiales no podrían existir.

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