Proyecto Partenón
Valorización paisajística de la isla de Boa Vista
Mª Constanza Macías Aránega
Directora del Proyecto Boa Vista tiene fama por la belleza de su paisaje, lo que caracteriza el potencial turístico de la isla y determina su capacidad de desarrollo futuro. Por ello, se han puesto en marcha diversos estudios con el objeto de que el desarrollo turístico futuro sea acorde con la política del desarrollo sostenible mundial.
El Cabildo Insular de Tenerife ha desarrollado actuaciones para resolver el problema de la degradación paisajística ocasionada por los impactos negativos producidos por un desarrollo urbanístico y turístico sin criterios correctos, trabajando con este objetivo desde hace tiempo.
Tenerife, con el fin de mejorar los vínculos y la cooperación con la Isla de Boa Vista, y dentro de la Iniciativa Comunitaria INTERREG III B 2000-2006, coordinó éste proyecto junto con la Cámara Municipal de Boa Vista desde este mismo objetivo.
Los objetivos del proyecto Partenón han sido:
La mentalización de todos los ciudadanos para preservar los valores culturales, el respeto y cuidado del paisaje insular.
Preservar el atractivo turístico de la Isla mediante el embellecimiento de las fachadas y plazas públicas.
Consolidar un modelo paisajístico-arquitectónico de la edificación en relación con su entorno.
Los objetivos alcanzados han sido:
Promoción y divulgación de la valorización paisajística como objetivo común.
Realización de intercambios de experiencias en el ámbito de la gestión sostenible del patrimonio cultural.
Realización de actividades de cooperación desde el inicio del proyecto hasta su final financiero, ya que los resultados de Partenon perduraran en el tiempo.
Implantación de la sensibilización sobre los paisajes insulares macaronésicos, ante el desarrollo futuro urbanístico y turístico de la isla de Boa vista, basado en la exportación de la experiencia y conocimientos técnicos de Tenerife, y en armonía y equilibrio con el resto de las regiones que forman parte de la Macaronesia.
Extrapolabilidad del objeto del proyecto, consiguiendo por ende el desarrollo equilibrado y armonioso de la región macaronésica.
Edición del libro del modelo arquitectónico paisajístico de la isla de Boa Vista, por el que se difundirá la arquitectura popular de Boa Vista y que contiene la descripción, el análisis y las propuestas para su conservación.
Mediante un compromiso formalizado con la cámara municipal de Boa Vista, ésta procurará la integración del modelo paisajístico arquitectónico en los instrumentos de ordenación y planeamiento urbano con el objeto de promover la conservación del patrimonio cultural.
La propuesta de criterios tipológicos contenidos en el modelo paisajístico arquitectónico prevendrán, o en su caso, minimizarán, los graves impactos medioambientales que produce el desarrollo urbanístico y turístico.
Se ha contribuído al desarrollo turístico sostenible con la actuación en más de 500 fachadas destacables desde el punto de vista arquitectónico y visual en cada uno de los núcleos de población y se han embellecido las plazas públicas de los núcleos de población de la isla de Boa Vista.
Modelo Paisajístico Arquitectónico de la Isla de Boa Vista
Dentro de Partenón, se incluyó la elaboración del modelo Paisajístico y Arquitectónico de la isla de Boa Vista, teniendo como objetivo la redacción de un documento descriptivo, analítico y propositivo acorde a la realidad paisajística de la isla y su entorno natural, en el que se reconozcan las distintas poblaciones que lo conforman, así como los elementos urbanísticos y arquitectónicos que las caracterizan.
Con ello se pretende establecer las principales características, cualidades y debilidades que conforman el entorno de la Isla y sus asentamientos, de manera que resulte un modelo reconocible y objetivo que pueda ser susceptible de integración a los distintos documentos de ordenación territorial y urbanística de la Isla, mediante acuerdo con la Cámara de Boa Vista.
La redacción de este documento resulta un paso fundamental en el reconocimiento de los valores intrínsecos de la arquitectura tradicional de la Isla y del entorno en el que se desarrolla, así como de los elementos urbanísticos y modo de asentamiento de la población local. Considerando el hecho de que apenas existen estudios realizados a este respecto y, en menor medida, normativa que regule las futuras intervenciones urbanísticas y arquitectónicas a llevar a cabo en los enclaves tradicionales, la elaboración de un documento que permita reconocer los valores propios de la isla resulta el paso previo hacia nuevas políticas de desarrollo sostenible acordes con el medio.
El documento desarrollado se compone de tres partes perfectamente diferenciadas. En la primera parte, de tipo descriptivo, se desciende de la escala general, en la que se relacionan todos aquellos factores físicos e históricos que han marcado el desarrollo de la Isla a lo largo del tiempo, a una escala menor en la que se delimitan y reconocen las características morfológicas, funcionales y tipológicas de los diferentes núcleos poblacionales y los elementos arquitectónicos que en ella se insertan, estableciendo aquellas características que los convierten en elementos singulares propios del medio en el que se desarrollan.
A través de la segunda parte del documento, se pretende llevar a cabo un análisis objetivo de aquellas deficiencias y amenazas que presenta la Isla en relación a los temas antes relacionados, con el objetivo de establecer las diferentes oportunidades de desarrollo que puede alcanzar, y cuales son aquellos elementos susceptibles de protección frente a acciones posteriores.
Este análisis desemboca en una serie de conclusiones que conforman la tercera parte del documento, de tipo propositivo, donde se procura dar diferentes parámetros, mayoritariamente urbanísticos y arquitectónicos, para la conservación de aquellos entornos y edificaciones expuestos a actuaciones poco coherentes con el medio en el que se desarrollan.
El color en Boa Vista
Dos son las etapas de la aplicación del color en la isla de Boa Vista, y probablemente en todo Cabo Verde, ambas condicionadas por la economía de cada momento.
En la primera etapa, de economía básica, se emplearon esencialmente los recursos naturales de la Isla. Corresponde a una época que podríamos definir como “monocromática”.
Boa Vista es una de las islas de Cabo Verde productoras de cal. En el paisaje boavistense se encuentran innumerables hornos de cal, testigos de una de las actividades que se desarrollaron en el pasado.
En la construcción, la cal se empleó, entre otras cosas, en la protección de paramentos, como encalados. Los colores que predominaron entonces fueron los tostados y cenizos, productos de las argamasas de cal con arenas, y el luminoso blanco de cal, aún utilizado por ser un material económico para el mantenimiento de las casas y aún de fácil acceso en la Isla.
Los óxidos, o tierras colorantes en asociación a la cal, no fueron muy extendidos, encontrándose únicamente algún caso aislado en la Isla, que suele estar asociado a construcciones estatales. Muy probablemente, las comunicaciones y el comercio condicionarían la cantidad y tipo de productos y precios que llegaban a la Isla, convirtiendo los pigmentos en productos secundarios, caros para ser empleados por una población eminentemente rural con otras necesidades más básicas.
La segunda etapa del color en Boa Vista comienza a partir de la segunda mitad de los años setenta, tras la independencia del país. Esta es una época de apertura, desarrollo y avance social y económico en casi todo el continente. El control del mercado pasa a manos del país y aunque lentamente, comienza una nueva etapa, que deja atrás el pasado olvido colonial.
A finales de los setenta y primeros ochenta –muy tarde respecto a Europa- sucede el comienzo de la aplicación de pinturas plásticas en la Isla, paralelamente al empleo de “nuevos” materiales y técnicas constructivas. El uso más generalizado de la pintura se acrecienta en la década de los noventa.
Aunque la pintura plástica no sea técnicamente el material ideal para la Isla, sobre todo en las antiguas construcciones, afectadas por diferentes patologías propias del medio salino en que se encuentran, su empleo fue bienvenido por dos razones fundamentales, la primera, reflejar las condiciones económicas de la familia y la segunda y más importante, el empleo del color como reflejo de la personalidad de los moradores de la casa y, en consecuencia, la proyección del modo de ser y sentir de todo un pueblo: abierto, divertido, amable, alegre,...
En general, en un pueblo o una calle, los colores no vienen escogidos como un todo o conjunto compacto, sino que vienen seleccionados individualmente por cada casa o familia, creando una imagen general que, en algunos casos, para nuestros ojos, pueden ser desequilibrados.
Dependiendo del tipo de población que predomina en cada pueblo –más joven o más anciana- se pueden encontrar conjuntos en los que predominan o se desean colores más tenues o más vivos.
En Boa Vista predominan los azules (saturados o más claros), los rosas fuertes, gama de amarillos tenues como el beige o el crema, los verdes chillones como el menta o más suaves como el verde agua y, en la gama de los rojos, los naranjas apagados y los teja o terracota.
La elección de los colores para el proyecto vino dada por la gama ya existente que encontramos a nuestra llegada. La aplicación se basó en la elección individual por casas, atendiendo al gusto de los habitantes, con el objetivo de obtener al mismo tiempo un conjunto lo más armónico posible.
Una vez concluido el proyecto, creemos que, además de cumplir con uno de los objetivos iniciales, “preservar el atractivo turístico de la Isla mediante el embellecimiento de fachadas y plazas públicas”, hemos logrado otros dos también muy importantes: la preservación del patrimonio (manteniendo el uso de la cal e incorporando tierras y óxidos colorantes) y otro logro, tal vez más importante a nivel humano, ha sido el ayudar a reflejar a través del color otra forma de expresión del pueblo caboverdiano, un pueblo excepcional en su alegría y su amabilidad.
El alma histriónica de la gente de la Isla, canta mornas al caer el sol y colorea como un cuento infantil sus fachadas, a la luz del día. Lentamente van adornando la cara de sus casas con lo mejor que tienen en sus bolsillos y su genética alegría. Quizás cambien las cosas con la llegada del mundo trasatlántico y las clónicas modas continentales, pero nunca desaparecerá de sus miradas la luz del color. ?
Nota de la dirección:
Es de destacar el esfuerzo llevado a cabo por todas y cada una de las personas involucradas en este proyecto, el alcalde de la Cámara de Boa Vista, José Pinto Almeida, de los funcionarios de la Cámara Municipal de Boa Vista, Mario Almeida, Espirito Santo, Nilton Lima y del Excmo. Cabildo Insular de Tenerife, por parte del personal del Servicio de Turismo, así como del equipo de arquitectos redactores del libro sobre el Modelo Paisajístico Arquitectónico de la Isla de Boa Vista, Amelia Díaz, Javier Molowny y Rodrigo Makin, de Oscar Leopoldo Suárez y Jenifer Estévez, licenciados en Bellas Artes, redactores del párrafo sobre el estudio del color, de la empresa ejecutora de las fachadas, Construcciones Carolina, S.L., del personal del Secretariado del Común, de Fernando Martín Sá, como responsable de Seguimiento y Evaluación del proyecto Partenón y de Luis Felipe López, Presidente de NATURA 2000.
A todos ellos y a los que se interesen por este proyecto, los animo a continuar este trabajo con el objeto de la protección y conservación de los valores culturales y naturales de las regiones macaronésicas, y muchas gracias en nombre de todos los que actualmente y en generaciones futuras disfrutaremos de sus paisajes.
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