WALKIRIO GONZÁLEZ CARRILLO
ARQUITECTO TÉCNICO
FOTOS: WALKIRIO GONZÁLEZ CARRILLO - RINCONES
Para proceder a una rehabilitación, es
totalmente necesaria la participación
de técnicos especialistas en la materia,
y respecto a los criterios a seguir una
vez conocida las diferentes líneas de pensamiento
en lo que concierne a la intervención
y recuperación de una construcción,
ha de prevalecer al menos el criterio de que
la “casa” no pierda su identidad.
Son elementos a tener en cuenta a la hora de
pensar en una posible rehabilitación, el estado
de los cimientos y muros, soportes o pies
derechos, las cubiertas, aleros y techos, alfarje
si existe, puertas, ventanas, balcones, escaleras,
suelos y otros elementos de uso doméstico
que han ido desapareciendo, como son las
destiladeras, el dornajo, el retrete o necesaria,
y en ocasiones esas cocinas de leña con
su correspondiente chimenea, sin olvidar el
revestimiento de las fachadas si lo tiene.
En este tipo de construcciones, se ha de
tener especial cuidado en los cimientos y
la estructura, tanto a nivel de muros como
a nivel de cubiertas. Los cimientos consisten
por lo general en una zanja de mayor
ancho que los muros a realizar, donde
se coloca una mampostería concertada a
veces de piedra seca si se está en zona
arcillosa a efectos de absorber el efecto
de expansión y retracción de las arcillas,
y en caso de un terreno compacto o
con mejor firme, se realiza a base de una
mampostería recibida con una argamasa.
Los muros de cerramiento que conforman
el edificio, son de piedra y barro, y en las
zonas más pobres, de piedra seca. En el caso
de las esquinas se utiliza la piedra de cantera
con la que se realizaban unos sillarejos,
que por lo caro de su corte y labrado, por
lo general, se dejaban vistos. También se usa
la piedra labrada en las bases de las columnas
o pies derechos existentes en muchos
patios, así como en los primeros peldaños
de las escaleras, todo esto a efectos de aislar
la madera de las humedades que provienen
del suelo. En la coronación de los muros se
encuentra un durmiente perimetral donde
apoyan a su vez los pares de la estructura
de cubierta. En los vanos más largos y colocados
transversalmente podemos encontrarnos
en algunas ocasiones unos tirantes,
a efectos de evitar que el empuje de la
cubierta haga ceder los muros hacia el exterior
(abombamiento). También en muchos
casos se colocan unos tirantes de escuadra
en las esquinas a efecto de arriostrar el durmiente
en su encuentro en estas zonas.
Como ya se mencionó, las cubiertas de
nuestras casas, suelen ser por lo general a
cuatro aguas, con una estructura de par e
hilera y unas ripias o correas transversales
donde apoyan las tejas. En algunas ocasiones
podemos ver techos en los que entre
tabla y tabla y en franjas de unos 15 ó 20
cms. se coloca cañizo. También nos podemos
encontrar techos a base de entablonado
claveteado sobre los pares y sobre éste se
sitúa la teja, cogida con barro o una argamasa
de cal y arena. Tanto para las estructuras
de la cubierta como para la carpintería
en puertas y ventanas, se utilizó la tan preciada
madera de tea, hoy en día muy difícil
de conseguir, y si se consigue es a un alto
coste y para complicar más las cosas, los carpinteros
siempre ponen reparos para trabajarla,
pues es una madera muy dura que suele
tener inserta restos de clavos que rompen las
cuchillas de las máquinas.
En las zonas rurales la carpintería en puertas
y ventanas suele ser muy rudimentaria,
sin la decoración a base de cojinetes labrados
con la variedad de dibujos que podemos
encontrar en las zonas urbanas. Sin
embargo el sistema de giro de las puertas es
el mismo. Las hojas de las puertas giran sobre
las quicialeras, especie de platillo colocado
en el umbral, donde entra el gozne (macho
o bullón) inferior de la puerta, mientras
el superior entra en un hueco practicado
sobre el dintel. Los huecos donde van alojadas
las hojas de puertas y ventanas se abocinaban
para dar más entrada de luz a la casa
y al mismo tiempo evitar que las corrientes
de aire cerraran bruscamente dichas hojas.
Las ventanas son de dos hojas, a veces con
postigos insertos en éstas. Posteriormente
se añaden las ventanas de guillotina. Es
común encontrarse tras la ventana y bajo el
antepecho unos asientos enfrentados propios
para la tertulia y el recreo de la vista
mirando a la calle. Como instrumento de
cierre, se utilizó la tranca, el cerrojo, o la
taramela en principio como elemento más
común y de fácil elaboración.
En lo que se refiere a los suelos, normalmente
en planta baja suelen ser de barro
apisonado. En los mejores casos son de losas
cuadradas o rectangulares extraídas de diferentes
canteras. También se dan las baldosas
de barro cocido y de menor dimensión que
las de piedra labrada. En los pisos superiores
si la casa es de dos plantas, el suelo es de
madera, las tablas a tope se apoyan sobre las
vigas y se fijan con clavos, colocando a su
vez tapajuntas en las uniones para evitar la
caída de polvo al piso inferior.
Con todo lo dicho, se ha hecho básicamente
y a grandes rasgos una descripción
morfológica de una casa canaria tipo, pues
dentro del marco expuesto y dependiendo
de la zona existen algunas diferencias que
marcan el carácter e identidad de ese pueblo.
Cuando rehabilitamos una “casa canaria”,
lógicamente queremos adaptarla a las comodidades
de hoy en día, lo que lleva consigo
una serie de instalaciones como de agua
fría y caliente, energía eléctrica, calefacción,
televisión, teléfono, saneamientos, baño y
aseo, cocina, etc. Todo esto supone añadir
una serie de materiales y elementos nuevos
que nos hacen dudar, en muchas ocasiones,
si es correcto o no lo que estamos
haciendo. No cabe duda que estos añadidos
nada tienen que ver con estas casas de
nuestros antepasados, pero entiendo que es
preferible rehabilitar y dar uso a estas construcciones
antes de que caigan en el abandono,
expolio y por fin la ruina. Cuando se
pierden sólo los historiadores poseerán en
sus archivos y memoria algo que el resto de
los humanos tenemos tan a la mano en la
actualidad y que forma parte importante de
nuestra identidad.
La realización de estas nuevas instalaciones,
que suponen el abrir ranuras en muros de
piedra y barro, presentan alguna dificultad,
pero eso no quiere decir que no se pueda
hacer. Sólo se trata de pasar a través de los
intersticios de las piedras las tuberías y conductos
para cableado y recibirlos con mortero,
eso sí, es necesario, por la cantidad de
curvas que se van creando, colocar mayor
número de cajas de registros que en una
vivienda o construcción nueva; pero también
hay que decir que cuantos más registros
más fácil serán las reparaciones en el futuro.
La introducción de pavimentos y azulejos
debe ser cuidada, pues mucha gente pretende
convertir una “casa canaria” en un
chalet que lo aguanta todo, donde se admiten
todo tipo de diseños y gustos por
las cosas, colores, etc. Si una característica
importante de nuestras construcciones es la
sencillez, debemos hacer gala de ello. Existen
todo tipo de pavimentos denominados
rústicos de fácil mantenimiento y limpieza,
y en lo que se refiere a los azulejos, olvidémonos
de los colorines y decoraciones
extrañas, por ejemplo la colocación en diagonal
de las piezas. La sencillez de los azulejos
blancos de 15 x 15, para mí es ideal,
pues no se trata de resaltar en una rehabilitación,
el cuarto de baño y la cocina, con
unos azulejos carísimos y unos pavimentos
cerámicos de las mejores casas comerciales.
Creo que en su conjunto, la sencillez
de los baños, cocina, y resto de acabados,
como los revestimientos de los paramentos
interiores, barnices y pinturas, así como
los exteriores, es lo que le da prestancia a
la “casa”. Es la mejor forma de alterar lo
menos posible el aspecto primitivo de la
vivienda.
Respecto a la tabiquería para la distribución
interior, en caso de tener que realizar
una compartimentación y creación de
nuevas habitaciones sobre todo si hace en
pisos superiores, es recomendable hacerlo
con paneles tipo ‘pladur’, pues disponen de
aislante acústico, y su ligereza o poco peso
no suponen una sobrecarga en este piso
superior.
En lo que concierne a los revestimientos,
primitivamente se realizaban a base de
mortero de cal en sus interiores y exteriores,
producto que hoy en día ha caído en
desuso debido a la escasez de especialistas
para su aplicación. Nuestra arquitectura, es
una arquitectura artesanal y si encontramos
a los profesionales capaces, hay que tener
en cuenta que la artesanía hoy en día es
cara, por lo que a veces el criterio purista
en las rehabilitaciones es difícil de aplicar.
Pero también hay que decir que ya existen
empresas en Canarias que comercializan
productos a la cal para todo tipo de revestimientos.
Las fachadas que dan a la calle,
o fachadas principales, son las que más se
deben cuidar, pues como dice el refrán,
“no solo hay que serlo sino parecerlo”.
Es común encontrarnos con fachadas que
parecen almendrados o dálmatas. Dicen que
es típico canario el acabado de las fachadas
dejando las piedras de los muros al descubierto
y rellenando con mortero los intersticios
existentes entre las piedras de estos.
Hay que aclarar que para calzar las piedras
entre si, se insertaban una serie de ripios o
piedra menuda, que con frecuencia se caían
y descalzaban dichas piedras haciendo peligrar
la estabilidad de los muros. Para evitar
esto, cuando los dueños de la casa, (por lo
general con poco poder adquisitivo), conseguían
disponer de algún dinero, compraban
cal y recogían esas pequeñas piedras con
mortero, pero cuando tenían ocasión de
revestir completamente la piedra (fachada),
lo hacían inmediatamente, pues al fin y al
cabo lo que se estaba viendo de cara a la
calle era un parcheado que decía poco a
favor de sus moradores. Esto se ha convertido
en algo anecdótico y ha pasado
a denominarse por ignorancia en “típico
canario”. Así pues, vistamos completamente
las fachadas y si las esquinas son labradas y
vale la pena dejarlas vistas, hagámoslo. Desterremos
de una vez, esa falsedad arquitectónica.
Es difícil en tan poco espacio, tratar de
explicar y argumentar el por qué de cada
uno de los criterios a seguir en cada fase del
proceso de una rehabilitación pero, como
base, debemos conocer primero de qué va
nuestra arquitectura, poner en manos de
un técnico o de un equipo la realización
y dirección del proyecto, estableciendo los
criterios de rehabilitación y las necesidades
del propietario. Es imprescindible la realización
de un chequeo lo más profundo
posible del edificio a efectos de hacer un
buen proyecto y evitar los grandes desfases
presupuestarios que existen a la hora de la
intervención, que en el mejor de los casos
suele ser de un treinta por ciento si no se
ha efectuado un buen estudio previo. Y por
último, otro refrán: “un médico cura, dos
dudan y tres matan”; queriendo decir que
se deben dejar claros y establecidos todos
los criterios desde un principio, además
de evitar las modificaciones y recomendaciones
de terceras personas (familiares y
amigos) que nos hacen dudar en nuestros
propósitos, en las visitas que se suelen hacer
a la obra los fines de semana.
Walkirio González Carrillo es:
Arquitecto Técnico. Master en Rehabilitación, Organización
y Seguridad en la Edificación por la
Universidad Politécnica de Canarias.
Master en Valoración y Tasación de daños
por la Universidad Politécnica de Cataluña.
Miembro del Centro Internacional de Conservación
del Patrimonio (CICOP).
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